La invitación de la 'coach' es a vivir todos
los días a plenitud con equilibrio.
Estos consejos le ayudarán a iniciar el
camino.
Meditación
para todos
1
.En su casa
Una sus manos a la altura del corazón, con las
palmas juntas y los pulgares hacia el techo. Cierre sus ojos y ponga en blanco
su mente.
Invoque a Dios, a los ángeles, a la virgen o a
los seres de luz. Siga sus creencias. Sea consciente de que se va a unir a
ellos y de que ellos son energía divina. Respire en la forma indicada y haga el
'om' (mental o verbalmente), que le ayuda a concentrarse con su parte
espiritual. Comience a meditar.
2.
En la playa
Elija su sitio preferido en la playa y vaya
allí temprano en la mañana o a la llegada del atardecer. Haga la meditación
básica y, una vez esté relajada, trate de conectarse con su glándula pineal.
Para lograrlo, trace una línea imaginaria
desde el entrecejo hasta la parte de atrás de su cabeza y crúcela con otra
línea que vaya de un lado de su cabeza al otro. La glándula está más o menos en
el centro de la cabeza. Conéctese mentalmente con este punto y haga su
meditación desde allí.Aseguran los expertos que meditar desde ese lugar hace
más fácil y placentera la experiencia.
3.
En familia y en el campo
El campo, por sus paisajes, ruidos y olores,
es ideal para meditar en pareja o en familia. Siéntese con su pareja y con sus
hijos en el pasto o sobre una manta en un sitio que les guste a todos.
Explique a los niños el ejercicio que van a
hacer y la importancia de que se haga seriamente. Si ellos no quieren, no los
obligue. Usted o su pareja deben llevar la voz líder.
Invítelos
a todos a cerrar los ojos, poner la mente en blanco y
pensar en algo que les agrade. Deles ideas, por ejemplo, pensar en el cielo o
en las nubes.
Tómense de las manos y comiencen la
meditación. Si hay niños pequeños involucrados, no alargue el ejercicio por más
de cinco minutos. Repítalo otro día.
Recomendaciones
útiles a la hora de la relajación
Sígalas e incorpórelas juiciosamente a su
rutina de todos los días
Elija un momento del día para meditar y
respételo. Los expertos sugieren la mañana o el final del día. Tenga un espacio
adecuado para meditar; vista ropa cómoda, apague el celular, el televisor y
todo lo que lo distraiga.
Cree
las condiciones ideales para hacerlo: mucha o poca luz,
velas, silencio o música especial; sola o acompañada.
Siéntese
en una posición que a usted le resulte cómoda. Puede ser
en el suelo, un tapete o silla. Respire de forma rítmica, en tiempos 6-3-6-3,
así: inhale (cuente hasta 6), retenga el aire (hasta 3), exhale (hasta 6) y
retenga (hasta 3).
Ponga
su mente en blanco. Deje de pensar en lo que no hizo en la
mañana o en lo que tiene que hacer más tarde. Piense en el presente. Si le
ayuda, emita un sonido (el más común es 'om') de forma rítmica.
Piense
en algo que le resulte agradable, desde una imagen
religiosa hasta un paisaje. Concéntrese en ello y descanse. Los cojines no
pueden faltar.
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