El amor auténtico apaga el temor. Ese amor es cuádruple: te amas mucho,
amas a Dios, a los otros y la creación.
Mientras más grandes son tu amor y tu fe, más pequeñitos son tus miedos o se desvanecen como el humo.
El temor se diluye ante el poder del amor y de una fe firme. Por lo mismo, fortalece a diario esa fe y ese amor.
Del amor se habla mucho, pero se practica bien poco y, cuando es auténtico, pide practicar estos valores: aceptación, admiración, respeto, fidelidad, confianza, compromiso, comprensión, generosidad, paciencia, perdón, ternura y tolerancia.
Solo el amor le da sentido a la existencia, solo con amor y con una fe sólida superas las dificultades de la vida.
Pregunta: ¿De los 1440 minutos del día cuántos dedicas a orar, relajarte, meditar y estar con Dios?
El humano en general dedica solo minuticos a su alma con rezos en automático y se engaña diciendo: “Yo tengo mucha fe”.
Mientras más grandes son tu amor y tu fe, más pequeñitos son tus miedos o se desvanecen como el humo.
El temor se diluye ante el poder del amor y de una fe firme. Por lo mismo, fortalece a diario esa fe y ese amor.
Del amor se habla mucho, pero se practica bien poco y, cuando es auténtico, pide practicar estos valores: aceptación, admiración, respeto, fidelidad, confianza, compromiso, comprensión, generosidad, paciencia, perdón, ternura y tolerancia.
Solo el amor le da sentido a la existencia, solo con amor y con una fe sólida superas las dificultades de la vida.
Pregunta: ¿De los 1440 minutos del día cuántos dedicas a orar, relajarte, meditar y estar con Dios?
El humano en general dedica solo minuticos a su alma con rezos en automático y se engaña diciendo: “Yo tengo mucha fe”.
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