Préstale atención a lo que te ha sucedido hasta ahora, pero no pierdas tu energía
obsesionándote con tu pasado. Pon toda esa energía en una dirección que
te lleve a alcanzar tus metas.
Lo que puedes hacer ahora es lo que realmente importa. Los fracasos del ayer
son ahora insignificantes en
comparación a las posibilidades del hoy.
Lo que puedes hacer es concentrarte en alcanzar tus sueños más preciados.
Lo que puedes hacer ahora es
trabajar con energía y pasión en alcanzar esos sueños.
En vez de vivir con nostalgia, tristeza, pesar, o ira por
el pasado, tu puedes vivir
con un propósito enfocado en cumplir tus sueños y alcanzar un futuro brillante.
La dirección del camino que elijas marca la diferencia, por lo que debes tomar la decisión de mirar
hacia adelante con entusiasmo.
Este es un nuevo momento, y con ÉL tienes la oportunidad para comenzar de nuevo.
Aprovecha esta
oportunidad, y vive tu vida mirando hacia adelante de una manera hermosa y
satisfactoria por el camino que has elegido y de la mano de Dios.
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