Hola,
Antes que todo déjame decirte, que si bien no tuve
la fortuna de conocerte, de todo corazón te deseo muchos éxitos en esa relación
germinal que apenas comienza en tu vida.
El solo hecho de saber
que volviste a vibrar, a sentir me llena de felicidad. Espero que la abundancia en el amor que ahora
asoma nuevamente, sea perenne y eterna como tu alma.
Fuera de lo anterior,
estas líneas tienen el propósito de agradecerte la deferencia que tuviste para conmigo, gracias por tu
discreción y nobleza en saber manejar el tema frente a mi novia. Otra
mujer, trataría mis intenciones hacia ti con propósitos de traición pero, sabes
bien que ante todo quería solo conocerte, como bien te lo explique, por esos
duendes que a veces se nos vienen de encantos inusitados y no sabemos por qué. Solo era saldar una simple
y llana duda que asaltó mi mente en el momento más inesperado.
Con base en lo citado
debo ofrecerte mis
disculpas si de pronto fui impertinente en abordarte por tu relación con mi
novia. En este aspecto debo confesarte que mi conciencia está más que
tranquila, realizada. Yo
solo le debo honestidad a mis sentimientos, ellos me trazan mis
conductas comportamentales en materia del corazón.
Pienso que es mejor actuar así, que vivir pensando de lo que pudo ser y
no fue............ Ahora me siento tranquilo, al menos tuve la avidez de
hacerte saber lo que pensaba y sentía en una fracción de segundo de mi vida,
los resultados son independientes a mis actos.
A ti, solo te deseo lo mejor, espero que sigas
siendo muy feliz.
Con todo respeto y voz de
aprecio.
Adiós
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