Una
empresa estaba casi siempre en crisis porque había que realizar una labor y
“todo el mundo” supuso que “alguien” lo haría.
“Alguien”
nunca lo hizo porque con esta suposición: Es que eso lo puede hacer “cualquiera”.
Todo el mundo” pensó que “cualquiera” podría
hacerlo, pero “nadie” se
dio cuenta que “todo el mundo” no lo hizo.
Al
fin “todo el mundo” culpó a “alguien” cuando “nadie” hizo lo que
“cualquiera” pudo haber hecho.
Esta es una buena historia sobre el serio peligro de apoyarse en
suposiciones, no en comprobaciones.
Haz
todo lo que esté en tu mano para dejar de suponer y
cancela expresiones como “yo pensé que” o “yo creí que”.
¿Te imaginas cómo te sentirías si en un vuelo
el piloto dijera: “Yo creí que teníamos suficiente gasolina”?
Evitemos
las suposiciones y dejemos los juicios sin fundamento.
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