Alabar
y agradecer son dos alas con las que tu alma vuela muy alto y se remonta hasta
el cielo.
Ora
dando gracias por todo, incluso por aquello que, en apariencia te hace daño,
aunque es para crecer.
Da
gracias por lo pequeño y por lo grande, por tus talentos y tus bendiciones, tus
gozos y tus éxitos.
Como ejercicio: Mira con cuidado tus
uñas y da gracias por su existencia, también por las pestañas, las cejas, el
pelo, los párpados y tus oídos.
Da
gracias y alaba sin cesar.
Alabar es decirle a Dios todo lo bueno que es y expresarle cuánto lo amas.
Alabar es decirle piropos a Dios: Te amo, te quiero, eres mi luz,
eres mi fuerza, eres mi amado, eres mi Buen Pastor.
Llena tu oración de alabanza y gratitud y no ores sólo para pedir.
"Es bueno dar gracias al Señor y celebrar su nombre".
Salmo 92
Alabar es decirle a Dios todo lo bueno que es y expresarle cuánto lo amas.
Llena tu oración de alabanza y gratitud y no ores sólo para pedir.
"Es bueno dar gracias al Señor y celebrar su nombre".
Salmo 92
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