Doctora Isabel:
Mi
esposo y yo tenemos 30 años de casados y, ahora, él me ha sido infiel.
Lo
descubrí por un número de teléfono. Ellos se conocieron por internet y él la
fue a visitar. Yo no me di cuenta de esto, porque el viaje que hizo fue para
ver a su madre, que estaba enferma. Como su hermana llamó a casa, yo no me
imaginé nada de esto. Cuando llegó y lo fui a recoger al aeropuerto ya vino muy
cambiado. Me imaginé que era por su madre, pero, como las mujeres tenemos un
sexto sentido, me pude dar cuenta de que algo estaba ocurriendo. Un día encontré un número de teléfono y el correo de ella en el auto.
Fui a la computadora y revisé su correo y, efectivamente, ella le decía que le
gustó mucho que hubieran ido a un hotel. Ese fin de semana, teníamos algo muy
especial de familia y mis hijas me preguntaban si me pasaba algo. Cuando ya no
pude ocultarlo más, cambié unas palabras con él, llena de coraje, pero él me
sonreía como que no había pasado nada.
Quisiera que me dijera si la decisión que voy
a tomar es correcta o no: Quiero divorciarme. El dice que fue algo que ya pasó,
me pide que lo perdone pero no sé qué hacer. Por favor, deme un consejo. Estoy muy confundida.
Gracias.
Estimada
amiga:
Sé
que 30 años de casada pesan mucho y ustedes tienen una historia de hijos y de
vivencias. Creo que primero tienen que hablar de qué fue lo que pasó. ¿Es que
él te ha sido infiel anteriormente, o ésta es la primera vez? ¿Cómo era la vida
en común de ustedes, cómo era su vida íntima o con la familia?
Todos
estos factores tienen un papel importante a la hora de ver las posibilidades de
salvar esa unión.
Lo que no es apropiado es la forma en que él
reacciona cuando le pides explicaciones. Si se ríe y no te presta atención,
significa que realmente no te respeta y lo volverá a hacer si no asumes una
posición más firme.
La posición correcta es decirle que lo que
hizo no sólo fue una infidelidad pasajera, fue algo que conlleva engaño y
deshonestidad. Si además le añades el hecho de que no se muestra ni preocupado,
ni arrepentido, las posibilidades de que este matrimonio se salve sin una
intervención y un cambio por su parte son bastante lejanas.
No
sé si tienes la fuerza espiritual ahora de enfrentarte y decirle ``o procesamos
esto que hiciste y hay un deseo de salvar esta unión o esto se acabó''. Por lo
pronto debes buscar ayuda para ti, pues esto puede ser un proceso largo, y el
tener un terapeuta que te escuche y que te ayude a analizar lo que ocurrió en
estos 30 años puede ser de gran ayuda para ti. Si él ve que tú estás
determinada a buscar ayuda para tomar una decisión sensata puede que cambie,
pero si me llevo por lo que me relatas, no lo creo.
Estos
asuntos pueden hacerte sentir sola, vieja y poco atractiva, entonces tienes que
prestarle atención a tu salud física y mental, y no dejarte caer.
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