La piel de limón contiene vitamina C y
betacarotenos, y minerales como el calcio, el ácido fólico, el magnesio y el
potasio.
Cáscara de limón
El limón siempre ha ido a la cabeza en cuanto al uso de alimentos naturales para calmar dolencias o tratar problemas de salud comunes con remedios caseros, pues su gran variedad de propiedades nos aporta muchos beneficios para nuestra salud.
Sin
embargo, cuando se habla de consumir limón, la mayoría de las personas hacen
referencia a tomar su zumo, sin
saber que dentro de su piel también existe una gran cantidad de propiedades
bastantes saludables, las cuáles podemos aprovechar del mismo modo que
aprovechamos la de su jugo.
Propiedades y beneficios de consumir la piel de
los limones
Al conocer los beneficios de la cáscara de limón lo pensaremos dos veces antes de volver a arrojarlas en el bote de la basura.
1. Es una fuente de vitaminas y minerales
La piel de limón es una gran fuente de vitamina C y betacarotenos, de hecho se estima que contiene entre 5 a 10 veces más vitaminas que su zumo, así como también aporta minerales como el calcio, el ácido fólico, el magnesio y el potasio.
2. Fortalece el sistema inmunitario
Consumir cáscara de limón puede ayudarnos a combatir una gran variedad de agentes y microorganismo externos, sobre todo a la hora de evitar infecciones respiratorias.
3. Favorece la digestión
Las propiedades de la cáscara de limón es una gran aliada a la hora de regular el tránsito intestinal, digerir alimentos pesados y evitar el estreñimiento.
4. Rejuvenece la piel
Los antioxidantes de la cáscara de limón ayudan a disminuir los efectos negativos que tienen los radicales libres sobre la piel, lo que permite una mejor renovación celular y previenen las señales del envejecimiento.
5. Fortalece los huesos
La gran cantidad de calcio que contiene esta parte del limón interviene positivamente tanto en la formación como en el crecimiento del tejido óseo, previniendo enfermedades como la artritis y la osteoporosis.
6. Contribuye con el funcionamiento del sistema
cardiovascular
Tanto los antioxidantes como el potasio que contiene la piel del limón ayudan a prevenir complicaciones asociadas con el sistema cardiovascular y ayudan a proteger el buen funcionamiento del corazón.
7. Ayuda a regular el sistema nervioso
La cáscara de limón también ejerce un efecto calmante, lo que hace que sea una buena herramienta a la hora de regular el estado de ánimo y combatir problemas como el estrés, la ansiedad o la depresión.
¿Cómo usar la cáscara de limón?
Son muchas las formas en las que se puede integrar la cáscara del limón a nuestras recetas, sin importar si son preparaciones dulces o saladas.
Una de las mejores maneras de convertirla en un
ingrediente práctico es rallándola, de esta manera podemos agregarla a postres,
carnes blancas o incluso al azúcar para darle aroma y sabor.
También hay
quienes suelen preparar piel de limón confitada o suelen agregar unos trozos de
cáscara al aceite de oliva para darle un aroma que luego se transmitirá a los
distintos platos a los que se le agregue dicho aceite.
Sin embargo la manera más común y también la más
práctica es preparando una infusión de cáscara de limón, la cual se puede
elaborar con tan solo hervir unos trozos en un poco de agua y luego, si se
desea, agregarle algún endulzante, preferiblemente miel de abeja o stevia.
El limón siempre ha ido a la cabeza en cuanto al uso de alimentos naturales para calmar dolencias o tratar problemas de salud comunes con remedios caseros, pues su gran variedad de propiedades nos aporta muchos beneficios para nuestra salud.
Al conocer los beneficios de la cáscara de limón lo pensaremos dos veces antes de volver a arrojarlas en el bote de la basura.
La piel de limón es una gran fuente de vitamina C y betacarotenos, de hecho se estima que contiene entre 5 a 10 veces más vitaminas que su zumo, así como también aporta minerales como el calcio, el ácido fólico, el magnesio y el potasio.
Consumir cáscara de limón puede ayudarnos a combatir una gran variedad de agentes y microorganismo externos, sobre todo a la hora de evitar infecciones respiratorias.
Las propiedades de la cáscara de limón es una gran aliada a la hora de regular el tránsito intestinal, digerir alimentos pesados y evitar el estreñimiento.
Los antioxidantes de la cáscara de limón ayudan a disminuir los efectos negativos que tienen los radicales libres sobre la piel, lo que permite una mejor renovación celular y previenen las señales del envejecimiento.
La gran cantidad de calcio que contiene esta parte del limón interviene positivamente tanto en la formación como en el crecimiento del tejido óseo, previniendo enfermedades como la artritis y la osteoporosis.
Tanto los antioxidantes como el potasio que contiene la piel del limón ayudan a prevenir complicaciones asociadas con el sistema cardiovascular y ayudan a proteger el buen funcionamiento del corazón.
La cáscara de limón también ejerce un efecto calmante, lo que hace que sea una buena herramienta a la hora de regular el estado de ánimo y combatir problemas como el estrés, la ansiedad o la depresión.
Son muchas las formas en las que se puede integrar la cáscara del limón a nuestras recetas, sin importar si son preparaciones dulces o saladas.
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