Eres un
sol para los demás cuando te esmeras en controlar tus emociones, sueltas y no
te "enganchas".
Engancharse
es alterarse, responder los agravios, descomponerse y perder el control.
Lo mejor que puedes hacer es relajarte con frecuencia,
orar, expandir tu consciencia y ganar paz interior.
Ganas
mucho si eliges comprender a los demás y aceptas los errores con un
ánimo sereno.
Jesús y Buda eran compasivos y entendían que el ser humano es frágil y
cae muchas veces.
Si tú también lo ves así, no te afectas cuando alguien
falla o te falla; te controlas y lo aceptas
El arte
de soltar y no engancharse nace de ser amoroso y realista,
de ser paciente contigo y con los demás.
Recuerda
que para pelear hacen falta dos personas, maneja tus emociones y serás feliz
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