Amar
de verdad es darse y dar sin esperar recibir, sin hacer trueques; es compartir
generosamente.
Y tú lo haces cuando lo material no te atrapa
y entiendes que el amor es
el verdadero tesoro.
Entonces
ganas paz y estas en la luz, unido a tantos seres ricos en desapego y
bondad.
Seres como los esposos Pedro y María Curie que
legaron a la humanidad el
proceso para producir radio sin cobrar nada.
O como el físico alemán Roentgen quien se negó a patentar los
Rayos X y murió pobre.
Sigues los pasos de Jesús y de Francisco de Asís que supieron ver
tanta riqueza en la pobreza.
Das de corazón porque Dios está en tu alma, sabes que estás de paso y no te
aferras a lo material.
Por eso decía el santo de Asís: “Cada vez deseo más poco, y lo
poco que deseo lo deseo poco”.
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