Samuel nació en una familia adinerada, pero desde pequeño dijo a su
mamá: “Los angelitos me hablan”.
Ella lo tomó como un cuento de niños y se
extrañaba cuando él
regalaba a pequeños pobres lo que le daban.
Sólo tenía un carrito y le decía a la mamá:
“Con este me entretengo y
me basta para divertirme”.
En Navidad gozaba como pocos, no le
importaba si le daban regalos o no y afirmaba: “El regalo es Jesús y cada uno con su amor”.
Los otros dos hermanos y sus primos se burlaban de él y lo tildaban
de tonto”, pero él no peleaba con ellos.
El golpe para la familia llegó cuando a los 10 años le
encontraron un tumor en su páncreas ya en estado avanzado.
No aceptó que le hicieran nada y dijo: “a eso vine y no me da miedo
volver al lugar de luz que ya he visto”.
Exactamente murió el 25 de diciembre y en
su cama hallaron este escrito con una cinta azul y un corazón dibujado: “Los amo. Cada ser es el mejor regalo”.
¿Lo
valoramos?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Por favor, escriba aquí sus comentarios