La
edad no es un impedimento para ser buen padre. Aunque algunos ya no lo tienen
en sus planes, otros creen que es una razón más de vida.
Los
tiempos han cambiado. Antes, los hombres se hacían padres, máximo, a los 30
años de edad. Ahora, muchos están concibiendo hijos después de los 50 años. El
trabajo, la realización profesional, la estabilidad económica y la
reconstrucción de un hogar son algunas de las razones por las cuales, hoy en
día, especialistas reciben a hombres maduros que quieren hacerse papás por
primera vez, o repetir su ‘saga’ con experiencia a bordo.
Es el caso de varios famosos, como el actor
Michael Douglas (67 años), con hijos actuales de 11 y 9 años; el de Donald
Trump, quien a los 60 años tuvo otro hijo, y el vicepresidente de Brasil,
Marcelo Temer (70 años), tiene un hijo de 2 años.
Pero,
¿qué tan fácil es ser padres después de los 50 años?
Indudablemente, aparecen cuestionamientos como
“que parece el abuelo y no el papá”, “que ya no está para cambiar pañales ni
levantarse a sacar gases”.
Su energía, compromiso y salud se ponen en
tela de juicio.
Sin embargo, el urólogo Alejandro Fernández
afirma que “la fertilidad
del hombre mayor de 50 años es obviamente menor que la de un hombre de 30, pero
su capacidad de engendrar permanece, sin que implique mayor peligro para el
futuro hijo“.
Sicológicamente también resulta polémico ser
padre maduro. Aunque es benéfico por la estabilidad económica y el tiempo que
podrían tener para dedicarles, está en desventaja el que no tengan la vitalidad
para afrontar la crianza de sus hijos.
Antes de decidir
Los especialistas les sugieren a los hombres
que quieren hacerse papás después de los 50 años:
•
No pensar en si son padres tardíos o abuelos jóvenes. Tomarse el rol
correspondiente.
• Ser conscientes de la novedad sociológica
que ellos representan para la sociedad.
•
Proceder con naturalidad y espontaneidad en la crianza. No se trata de ser
escalador a los sesenta, pero tampoco de ser sedentarios.
• Revisar su estado de salud, situación
afectiva y económica. Lo ideal siempre es tener una familia conformada por papá
y mamá.
• Es necesario llevar un estilo de vida
saludable (evitar adicciones, sobrepeso, tabaquismo).
•
Entender que ser padre mayor está recompensado por enormes satisfacciones
afectivas y que la edad aporta beneficios a la educación de los pequeños.
• Prepararse para entender el futuro
comportamiento del adolescente.
Formar papás maduros
El
problema no es ser padre después de los 50 años, el inconveniente es no seguir
el rol adecuado en la crianza. “En muchos casos vemos que
no actúan como padres sino como abuelos, con un amor más complaciente y
permisivo. Entonces, podemos decir que la falla es el comportamiento, no la
edad”. Otra de las preocupaciones de los papás adultos es si en el futuro sus hijos se sentirán incómodos
al tener un papá mayor.
“Si
los padres actúan con amor, será más fácil
para ellos entender que la edad de su papá no influye y no es comparada
con el bienestar que les brindan". Por lo tanto, es importante
contarles a los hijos por qué decidió hacerse papá mayor, para afianzar la
decisión que tomó la pareja
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