La labor humanitaria de Madre Teresa de Calcuta hay que recordarla para
que nos mueva a servir.
Una de sus grandes virtudes es que ella ayudaba a las personas sin
que para nada importara su credo.
Ella sabía que Dios está con todos y que no tiene
ninguna importancia a qué religión se pertenece.
Era tolerante y su misión se centraba en el servir.
A ella se le atribuyen unos aforismos que,
sean o no de su autoría, vale la pena profundizar:
La cosa más fácil: Equivocarse.
El obstáculo más grande: El miedo.
El error mayor: El desespero.
La raíz de todos los males: El egoísmo.
La peor derrota: El desaliento.
Los mejores profesores: Los niños.
La primera necesidad: Amarse y amar.
Lo que más te hace feliz: Ser útil a los demás y servir.
El peor defecto: El mal humor.
El sentimiento más ruin: El rencor.
El regalo más bello: El perdón.
La sensación más grata: La paz interior.
La fuerza más potente del mundo: La fe.
Si puedes vencer el miedo, ya haz hecho
mucho.
Es grandioso dejar de temer.
Confía en Dios y alejarás el temor que te
paraliza.
Todo está en el amor.
El amor de Dios por nosotros es mayor que
todos los males siempre pasajeros.
Los únicos límites para amar son los que le pones al corazón.
No hay barreras para llegar con el espíritu
a donde desees.
Dios está en todo y en todas partes.
Hindúes, musulmanes o cristianos somos sus hijos. Todos lo son y a todos los ama.
Elige estar libre de cargas y con el corazón puro
a través del perdón.
Ganas mucho cuando perdonas al que te ha hecho
daño.
Las parejas superan muchas crisis cuando perdonan y cuidan su amor. Las llaves son dos: Respetarse y perdonarse.
Tómate tiempo para pensar, para rezar y para reír.
La misión es realizar obras de amor.
Y cada obra de amor, hecha de todo corazón nos acerca a Dios y a los demás.
Lo que importa no es el tamaño de una
acción, es cuanto amor
pones en el trabajo que realizas.
No des solo lo superfluo, da tu propia vida.
Jesús es mi Dios, Jesús es mi Esposo, Jesús
es mi Vida, Jesús es mi único Amor, Jesús es todo mi ser, Jesús es mi todo.
Cuanto menos posees, más puedes compartir.
Solo soy un instrumento, un pequeño lápiz en las
manos del Señor.
Dios utiliza instrumentos débiles e
imperfectos.
Hemos sido creados para grandes destinos. Solo
tenemos que aceptar y amar
lo que vivimos.
La pobreza no es obra de Dios, nosotros somos los responsables
de que exista porque
no sabemos compartir.
No hay que cambiar la religión de los
otros, sino su corazón.
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