El
consumo de las llamadas frutas exóticas está en constante aumento. Y esto es
una buena noticia ya que, además de su sabor especial, encierran unas
propiedades nutritivas muy interesantes.
Aguacate. Originaria de Colombia, México y Venezuela, esta fruta es muy rica en
grasa mayoritariamente monoinsaturada y, en concreto, ácido oleico (72-75%), el
mismo que hace tan sano al aceite de oliva. También es abundante en potasio y
vitamina A. Calorías: 135 por cada 100 gramos .
Carambola. Procede de Malasia e Indonesia. Esta fruta tiene un valor energético
muy bajo debido a que es pobre en azúcares simples, proteínas y grasas. Su
pulpa es generosa en fibra soluble y oxalato cálcico, por lo que su consumo no
es recomendable en casos de piedras en el riñón.
Chirimoya. Originariamente se recogía en las montañas de Ecuador y los Andes
peruanos. Es rica en glucosa, fructosa, potasio y vitamina C, pero pobre en
proteínas y grasa. Calorías: 81 por cada 100 gramos .
Coco. En la composición de esta fruta originaria de la zona tropical del
océano Pacífico, la grasa constituye el principal ingrediente, detrás del agua.
Aporta pocos hidratos de carbono, mucha fibra y gran cantidad de minerales
(magnesio, fósforo, calcio y potasio). Calorías: 351 por cada 100 gramos .
Guayaba. Procede de Centroamérica. Es deficiente en azúcares, pero a cambio
resulta generosa en vitamina C (concentra unas siete veces más que la naranja)
y niacina. Calorías: 33 por cada 100 gramos .
Litchi. Esta fruta china es generosa en azúcares, vitamina C y ácido fólico; y
pobre en grasas y proteínas. Calorías: 36 por cada 100 gramos .
Maracuyá. La también llamada fruta de la pasión procede de Centroamérica.
Contiene una gran cantidad de azúcares, de vitaminas A y C; fibra y potasio.
Calorías: 110 por cada 100
gramos .
Mango. Originariamente se cultivaba en el norte de Burna, el noroeste de la
India, las laderas del Himalaya y Sri Lanka. Contiene una cantidad moderada de
hidratos de carbono y es rica minas C y A. Calorías: 60 por cada 100 gramos .
Papaya. Esta fruta de consistencia blanda es originaria de México, aunque
algunos expertos creen que proviene de los Andes del Perú. Contiene poca fibra
e hidratos de carbono. A cambio, resulta generosa en vitaminas A y C, así como
en potasio.
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