Sé realista, sé más sensato, sigue unas
buenas prioridades y establece metas realizables.
A veces
el humano dedica mucho
tiempo y energías a metas secundarias e incluso dañinas.
Disfruta lo material sin vivir
obsesionado por
tener más y estar encandilado por la posesividad.
Estás bien cuando te enfocas en el ser,
en amarte, amar, servir y gozar de paz y armonía.
No
sigas el camino errático de aquellos que sufren llenos de pendientes y esclavos del odio o la ira.
Tu felicidad depende de actuar con
buena consciencia y coherencia,
si no es así te estás saboteando a ti mismo.
Si un
ego orgulloso tiene el mando, andas mal porque la soberbia tiene el potencial de desequilibrarte.
No aplaces la felicidad, porque solo el
insensato cree que es dueño de la vida y que la
muerte llegará cuando él lo decida.
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