Hoy es un buen día para cultivar la
paciencia y crecer en una serena aceptación de las personas y los hechos.
Un buen día para recordar que el único
espacio que puedes cambiar es tu propio corazón.
A los demás no los puedes cambiar, pero sí puedes aceptarlos como son sin dejar que
te maltraten o te manipulen.
Ten presente que aceptar no es estar de
acuerdo, es asumir
la realidad, así como es, con paz y armonía en el alma.
En
otras palabras, no estás
de acuerdo con la injusticia, pero aceptas que existe y haces algo para mejorar.
No
practiques una resignación pasiva y amargada, sino una aceptación activa, calmada y positiva.
Es un
don que alcanzas unido a
Dios y consciente
de que cada persona está en su proceso.
En realidad, nadie es malo y algún día
verá la luz.
Sé tolerante y crece en paciencia y
comprensión.
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