“Nos
convencemos a nosotros mismos de que la vida será mejor después de casarnos,
después de tener un hijo y entonces después de tener otro. Entonces nos
sentimos frustrados porque los hijos no son lo suficientemente grandes y que
seremos más felices cuando lo sean. Después de eso nos frustramos porque son
adolescentes (difíciles de tratar). Ciertamente seremos más felices cuando
salgan de esta etapa. Nos decimos que nuestra vida estará completa cuando a
nuestro esposo (a) le vaya mejor, cuando tengamos un mejor carro o una mejor
casa, cuando nos podamos ir de vacaciones, cuando estemos retirados.”
“La verdad es que no hay mejor momento para ser felices
que ahora. Si no es ahora, ¿cuándo? Tu vida estará siempre llena de retos. Es
mejor admitirlo y decidir ser felices de todas formas. Una de mis frases: “Por
largo tiempo me parecía que la vida estaba a punto de comenzar. La vida de
verdad. Pero siempre había algún obstáculo en el camino, algo que resolver
primero, algún asunto sin terminar, tiempo por pasar, una deuda que pagar. Sólo
entonces la vida comenzaría. Hasta que me di cuenta que esos obstáculos eran mi
vida”. Esta perspectiva me ha ayudado a ver que no hay un camino a la
felicidad.”
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