Ya no
importa cuántas noches pasé esperando, ni las veces que me perdí en calles sin
salida, porque el universo conspiró en mi favor y, justo cuando estaba a punto de rendirme, te encontré.
Es increíble cómo una sola persona puede cambiarlo todo
en un instante.
Esa sensación de piel
con piel, donde el corazón parece desarmarse, pero a la vez te hace más
fuerte, más vivo. Me haces sentir muy bien, enciendes luces en mi alma que
ni sabía que existían. Y es en ese momento que me doy
cuenta: creo en ti. Creo en
este amor que me ha vuelto indestructible, que detuvo esa caída libre que sentía que nunca terminaría.
Mi dolor quedó kilómetros
atrás, y por
primera vez en mucho tiempo, mis
fantasmas y miedos están en paz. Es como si todo el pasado, con sus heridas y sus miedos,
fuera solo un mal sueño que se apagó en tus brazos.
Cuando estaba a punto de caer,
tu voz rompió el silencio. Me seguiste, reescribiste mi futuro, y me di cuenta de que
este, aquí mismo, es mi único lugar
seguro.
Así que sí, creo en ti,
en este amor que me ha devuelto la vida, que me ha dado un nuevo comienzo.
Porque contigo, no hay más dolor, no hay más fantasmas. Solo paz y armonía,
solo amor, solo nosotros.
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