A veces, me encuentro tras el
umbral de mis temores, con la mochila llena de errores y fracasos.
He lidiado con las heridas del pasado y esos amores que ya ni
recuerdo. Esos días de inocencia se sienten lejanos, y lo que queda es
un frío inmenso. La espina del desengaño se clava
profundo, y parece que nada podrá cambiarlo.
Pero, de repente, llegas a mi vida
como un sol. Tu amor es como la brisa
fresca en la mañana, un susurro que borra todo el dolor que me
acompañaba. Es un nuevo comienzo: volver a amar, nacer de nuevo en tu mirar.
Tú llenas con tu luz cada
sombra de mi soledad. Y, por primera vez en mucho tiempo, siento que
volver a amar es posible. Estoy aquí, sintiendo que te quedas junto a mí,
que no me dejarás. Este dulce amor que me das es lo que siempre esperé. Estoy
listo para vivirlo todo contigo.
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