Hay un villancico que siempre me toca el corazón: "El Niño Pobre". Es un recordatorio tan simple pero tan poderoso de lo que realmente significa la Navidad. En la canción, vemos a un niño que no tiene nada más que su amor y su sencillez para ofrecer. Y eso me hace pensar… en un mundo donde a veces medimos el valor de las cosas por lo que cuestan, olvidamos lo más importante: el corazón con el que hacemos las cosas.
El Niño Pobre no tiene juguetes caros, ni ropa nueva, pero lo que sí tiene es amor, esperanza y humildad. Y al final, ¿no es eso lo que realmente cuenta? A veces nos estresamos por los regalos, por las fiestas, por que todo salga perfecto, cuando lo único que importa es estar con quienes queremos y ofrecerles lo mejor de nosotros.
Este villancico nos recuerda que la Navidad no se trata de lo que tienes, sino de lo que das, y no hablo de cosas materiales. Hablo de dar amor, tiempo, paciencia, una sonrisa, un abrazo. Porque al final, esos pequeños gestos son los que más llegan al corazón.
Así que, esta Navidad, tratemos de ser como ese Niño Pobre. No importa lo que tengamos o no tengamos, lo que importa es el amor con el que hacemos todo. Dejemos que la humildad y el verdadero espíritu navideño sean lo que más brille en nuestras vidas.
les deseo un feliz año nuevo y una feliz navidad son los deseos de Ana patricia desde estados unidos- california pero soy panameña de corazon les mando un beso mmmmmmmmuuuuuuaaaaaaaxxxxxzzzzzzssssss
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