Aléjate
de mí, antes de que sea demasiado tarde, antes de que te engañe con esta
versión de mí que no es real. Mi cielo ya está gris, y camino bajo una
tormenta que tú no deberías cruzar. Aunque te pida que te vayas, la verdad es
que no quiero perderte, pero sé que es lo mejor para ti.
La luz que antes teníamos ya no alcanza
para iluminar este camino. No
quiero verte caminar descalza sobre el dolor. Un ángel te cuida y,
aunque me duele decirlo, puso en mi boca la verdad para mostrarte la salida, la
que te aleja de mí.
No
soy quien crees, no soy ese que cayó del cielo. Soy bueno, pero no en el buen sentido, soy bueno en
engañar y en hacer sufrir,
incluso a quien más quiero. Y eso me rompe por dentro.
Por
eso te pido, escapa, vete, aún estás a tiempo. Quisiera ser el que
mereces, pero no puedo.
Mi oscuridad te alcanzará si te quedas. Aunque duela, aléjate. Porque si decides correr el
riesgo, verás de lo que soy capaz... y no quiero que seas tú quien pague el
precio de mis errores.
Aléjate
de mí, amor, no porque quiera verte lejos, sino porque no mereces cargar con lo
que soy. A veces, amar a alguien significa dejarlo ir antes de destruir
lo más hermoso que tenemos.
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