Si nos
dejan, te prometo que nos vamos a querer toda la vida. No necesito nada más,
solo tu mano y la libertad de crear nuestro propio mundo. ¿Te imaginas? Un mundo nuevo, solo para nosotros, donde el
amanecer sea nuestro y los días estén llenos de sonrisas. Todavía podemos ser felices,
todavía podemos soñar.
Si nos
dejan, buscaríamos un rincón cerca del cielo, donde las nubes se
conviertan en terciopelo, y ahí, tú y yo, juntitos, viviríamos lo que siempre soñamos, cerquita de
Dios. ¿Qué más podríamos pedir? El resto del mundo no importa,
todo lo demás se puede olvidar.
Si nos dejan, te tomaría de la mano y nos iríamos
lejos, dejando atrás las preocupaciones, los miedos, las dudas. Solo tú, yo, y un futuro lleno de posibilidades. Porque si
algo he aprendido, es que cuando estamos juntos,
podemos con todo.
Así que, si nos dejan, nos olvidamos del mundo y creamos uno solo para nosotros.
¿Te atreves?
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