Adoro
esa calle donde nos vimos por primera vez, esa noche en que todo cambió. Cada palabra que me dices, cada
ratito juntos... los adoro, vida mía. Me encanta cómo sonríes, cómo, incluso cuando me riñes,
encuentro en ti la paz que necesito.
Tus
manos, como seda, los besos que compartimos... cada pequeño gesto tuyo se ha
vuelto mi todo. Y me
muero por tenerte aquí,
tan cerca que no pueda separarme de ti ni un instante. Porque eres mi
luna, mi sol, mi razón de
ser, mi noche de amor.
Esos
ojos tuyos, que brillan con un fuego que solo yo conozco; esos labios dulces
que son el refugio perfecto... hasta tu manera de suspirar me roba el aliento. Te adoro en cada paso que das, en cada respiro. Y mientras más te miro, más te
adoro, vida mía.
Es que, sin ti, nada tendría sentido. Eres mi existencia, lo
que da ritmo a mi corazón. No
quiero un segundo lejos de ti, porque en cada instante descubro algo más que
adoro de ti. Te
adoro hoy, mañana, siempre... vida mía, todavía y para siempre.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Por favor, escriba aquí sus comentarios