La pequeña y bien perfumada
anciana de *83 años*, completamente vestida cada mañana a las 8 en punto, con
su cabello arreglado a moda y el maquillaje perfectamente aplicado, se muda hoy
a un asilo. Su esposo murió recientemente, lo que motivó la mudanza.
Después de muchas horas de
esperar pacientemente en el recibidor del asilo, sonrió dulcemente, cuando se
le dijo que su cuarto estaba listo.
Mientras se desplazaba con su andador hacia el ascensor, le di una
descripción detallada de su pequeño cuarto, incluyendo las cortinas que
colgaban de su ventana.
*“Me encanta”*, afirmó, con el
entusiasmo de un niño de 8 años al que le acaban de entregar una nueva mascota.
_“Sra. Jones, no ha visto el
cuarto, espere”_. *“Eso no importa”*, respondió.
“La felicidad es algo que decides
con el tiempo. Si me gusta o no mi cuarto, no depende de cómo estén arreglados los
muebles, depende de cómo
arregle mi mente.”
Ya decidí que me gusta. Es una decisión
que hago cada mañana, cuando me levanto. Tengo la elección; Puedo pasar el día en la cama,
repasando la dificultad que tengo con las partes de mi cuerpo que no funcionan,
o salir de la cama y estar agradecida por las partes que sí funcionan”.
*“Cada día es un regalo*, y mientras se
abran mis ojos, me enfocaré en el nuevo día y los recuerdos felices que he
almacenado sólo por ésta vez en mi vida.”
La *FELICIDAD* es como una cuenta
de banco: tú retiras de ella, lo que has depositado.
Así que mi consejo sería, que deposites una gran cantidad de felicidad,
en la cuenta de tu memoria.
Recuerda estas cinco simples
reglas para ser feliz:
1.- Libera tu corazón del odio.
2.- Libera tu mente de
preocupaciones.
3.- Vive sencillamente.
4.- Da más.
5.- Espera menos.
*“Los amigos, son como las
estrellas, algunas veces no les ves, pero sabes que siempre, están ahí”*
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