Saluda
el nuevo día con un ánimo renovado, con amor y el poder de afirmaciones como
ésta:
El
espíritu de Dios me dinamiza y fluye por todo mi ser. Es una corriente liberadora y curativa.
El
Espíritu divino es una fuerza sanadora que me revitaliza y me regala paz y
armonía, salud y equilibrio.
Dios es mi descanso y con Él estoy lleno de energía positiva
y vivo en paz y armonía con los demás y con el Universo.
Me amo, me acepto como soy y reconozco que soy una chispa divina y que mi
esencia es el amor.
Elijo
servir y sembrar con un amor incondicional y
me siento sereno, libre y vigoroso.
Soy paz
y armonía, soy luz, amo en el ahora y Dios me da la energía necesaria para
dejar una buena huella.
Hoy
cambio el odio por perdón, las dudas por fe, el desaliento por entusiasmo y la tristeza por la alegría.
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