Ya sea en la universidad o en el
colegio, el solo
hecho de que un profesor pueda identificarte leyendo tu nombre tiene varias
ventajas, sobre todo a la hora de los exámenes.
Si un profesor corrige tu examen y no sabe a quién
realmente pertenece, puede corregirlo sin piedad, puede corregirlo
objetivamente y reprobarte sin el más mínimo remordimiento. En cambio, si puede imaginar tu cara, y
recordarte como una persona, las actitudes y los sentimientos pueden trabajar a
tu favor. No es lo mismo mandar a marzo a un nombre desconocido, que a hacerle
perder las vacaciones al jovencito ese que parecía tan bueno ¿No?
Teniendo en cuenta que muchos profesores tienen varias
clases con numerosos alumnos en múltiples establecimientos, no van a recordarte
si no te construyes tu propia imagen, y por cierto, ésta tiene que ser
beneficiosa.
Las
Estrategias:
Entregar
todos los trabajos a tiempo es bueno, si es posible trata de entregar
alguno exageradamente antes de la fecha, así el profesor se sorprende por tu
aparente interés. Si te atrasas con la entrega, no des excusas a menos que te
las pidan, pues será más fácil que se olviden cuanto más desapercibido actúes.
Si
vas a faltar a una clase, avísale antes al profesor, y pregúntale que
temas explicará. Aunque no te interese demasiado, te anotas un punto en interés
por la clase, y los profesores aman a los alumnos responsables.
Si
tienes problemas con algún tema, o varios, puedes elegir uno y explicarle al
profesor que estás teniendo dificultades con eso, probablemente te
recomiende un libro. Otro punto extra.
Cuando
haya una disputa en la clase, trata de encontrar una solución que satisfaga a
todos, si lo logras, puedes anotarte 2 puntos más
Pregunta
todas las clases, aunque no te interese demasiado el tema, a los
profesores les gustan los alumnos participativos.
Cuestiona
algún punto de vista del profesor, esto demuestra interés en la materia.
Hay que tener cuidado en no pasarse de la raya, o podrías ser considerado un
“pesado”.
Siéntate
de la mitad para adelante, es bueno que el profesor sepa que estás ahí.
Cuanto más adelante te sientes, más interés demostrarás. Sentándote más
adelante, estarás más “cerca” del profesor y más cerca de aprobar. Nosotros
sabemos que los que se sientan atrás buscan anonimato, tranquilidad o
Inactividad, y los profesores podrían pensar que siempre buscas esta última.
De
vez en cuando, antes de que comience la clase, o apenas termine, acércate al
profesor y consúltale alguna duda. Asegúrate de que en la hoja que le
muestres, esté escrito bien visible tu nombre completo, es fundamental que lo
recuerde a la hora de corregir los exámenes.
Si
el profesor recomendó algunos textos de lectura optativa (esos que nadie lee),
date una vuelta por la biblioteca y con disimulo deja el libro sobre tu banco
(bien a la vista) pero no le comentes nada al profesor, cuando él lo vea puedes
estar seguro de que lo tendrá en cuenta.
Por último, Cuando llegue el momento del examen, pueden
utilizar algunos recursos complementarios. Si no les alcanzó el tiempo, o se
quedaron cortos en conocimientos, pueden hacer la famosa "No me alcanzó el
tiempo". En vez de dejar un ejercicio sin hacer, escriban el número de
ejercicio con la consigna, y comiencen a escribir lo que podría ser un mínimo
principio, luego dejen un pequeño mensaje como "me trabé en un ejercicio y no me quedó tiempo para
terminar éste" y si saben algo, escriban sin detalle cómo lo
hubieran hecho. Para agregar un poco de dramatismo al factor tiempo, pueden
firmar y hacer que el firulete se salga de la hoja, como si les hubiesen sacado
el examen mientras firmaban...
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