Hay
una Ley de correspondencia: Sólo atraes lo que te mereces, lo que te has
ganado.
En
el plano espiritual hay justicia y no existe la impunidad. Cada cual recibe lo
que le corresponde.
Venimos a la Escuela Tierra varias veces en un
proceso de aprendizaje y antes de encarnar se traza un Plan esencial de la
vida.
El Plan general de vida incluye gozos y
exigentes aprendizajes, y cada
espíritu elige sus experiencias para mejorar.
Al nacer no lo recordamos para poder asumir todo
en paz. No culpes a Dios
por lo que llamas “malo”.
Casi nada es casual y, aunque no lo recuerdes,
elegiste tu familia, tu cuerpo, tu pareja tus hijos, tu profesión, tu muerte.
Sin embargo tienes libre albedrío para vivir todo con amor o con
desamor, con paz y y armonía o en una batalla estéril.
No desmenuces todo con la razón. La vida no es de lógica.
Equilibra tu pensar y tu sentir con autoconocimiento y autocontrol.
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