¿Cuáles
son las causas que hacen que el abuelo o la abuela tengan confusión mental?
Algunos arriesgan: "Tumor en la cabeza".
Yo digo: "No".
Otros
apuestan: "Síntomas iniciales de Alzheimer"
Respondo, nuevamente: "No".
A cada negativa la concurrencia se espanta... Y queda aún
más boquiabierta cuando enumero las tres causas
más comunes:
-
diabetes descontrolado;
-
infección urinaria;
- la
familia pasó un día entero en el centro comercial, mientras a los ancianos los
dejaron en casa.
Parece broma, pero no lo es. Constantemente el abuelo o
la abuela, dejan de sentir
sed y dejan de tomar líquidos.
Cuando no hay nadie en casa para recordarles tomar
líquidos, se deshidratan con rapidez. La deshidratación es grave y afecta a todo el organismo.
Puede causar confusión mental abrupta, caída de presión arterial, aumento de
las palpitaciones cardíacas, angina (dolor en el pecho), coma y hasta la
muerte.
Insisto: no es broma. En el mejor de los casos éste
olvido de tomar líquidos comienza a los 60 años de edad, cuando tenemos poco más del 50% de agua que
deberíamos tener en el cuerpo. Esto forma parte del proceso natural de
envejecimiento. Por lo tanto, los ancianos tienen una menor reserva hídrica.
Pero hay más complicaciones: aún deshidratados, ellos no sienten ganas de
tomar agua, pues sus mecanismos de
equilibrio interno no funcionan muy bien.
Conclusión: Los ancianos se
deshidratan fácilmente no sólo porque poseen una reserva hídrica más pequeña,
sino también porque no sienten la falta
de agua en su cuerpo. Aunque el anciano se vea saludable, la
deshidratación perjudica el desempeño de las reacciones químicas y las
funciones de todo su organismo.
Por eso, aquí van dos alertas:
1 - El primero es para los abuelos y abuelas: hagan voluntario el hábito de
beber líquidos. Por líquido entiéndase el agua, jugos, tés, agua de
coco, leche, sopas, gelatina y frutas ricas en agua como, la sandía, el melón,
los melocotones, la piña, la naranja y la mandarina. Lo importante es, cada dos
horas, tomar algún líquido. Acuérdense de
eso.
2 - Mi segunda alerta es para los familiares: ofrezcan constantemente líquidos
a los ancianos. A la vez, estén atentos con ellos. Al percibir que están
rechazando los líquidos y que, de un día para el otro, están confusos,
irritados, les faltara el aire, muestran falta de atención. Es casi seguro que
éstos sean síntomas recurrentes de deshidratación.
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