HUMOR
Un hombre se sintió mal en la calle, cayó al suelo y fue
llevado a un Hospital Católico administrado por Monjas, en donde lo operaron
del corazón.
Cuando despertó, a su lado estaba la Monja Tesorera del hospital, quien le dijo:
- Su cirugía fue un éxito, sin embargo hay un asunto que
hay que determinar.
- ¿Tiene usted seguro médico?
- No Hermana.
- ¿Tiene tarjeta de crédito?
- No Hermana.
- ¿Puede usted pagar en efectivo?
- No tengo dinero Hermana.
La monja empezó a sudar frío,
pero continuó:
- Entonces...¿podrá pagar con un
cheque?
- Tampoco Hermana.
La monja, ya desesperada,
prosigue:
- Bueno, tiene algún pariente que pueda hacerse cargo de la cuenta?
- Ah, bueno, si, sólo tengo una hermana solterona, que es monja, pero no sé si ella pueda pagar.
La monja, lo corrigió
severamente, diciendo:
- Disculpe señor, pero las monjas ¡No somos Solteronas!
¡Estamos casadas con Dios!!
- ¡Ah ! ¡Magnífico!
¡Entonces hagame el favor de mandarle la cuenta a mi Cuñado!
Y... Así fue cómo nació la
expresión...
*"QUE DIOS TE LO PAGUE"*
Cuando despertó, a su lado estaba la Monja Tesorera del hospital, quien le dijo:
- No Hermana.
- No Hermana.
- No tengo dinero Hermana.
- Tampoco Hermana.
- Bueno, tiene algún pariente que pueda hacerse cargo de la cuenta?
- Ah, bueno, si, sólo tengo una hermana solterona, que es monja, pero no sé si ella pueda pagar.
- Disculpe señor, pero las monjas ¡No somos Solteronas!
¡Estamos casadas con Dios!!
¡Entonces hagame el favor de mandarle la cuenta a mi Cuñado!
*"QUE DIOS TE LO PAGUE"*
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Por favor, escriba aquí sus comentarios