Desde la tierra que somos desierta, sola, agrietada...
Te damos gracias, Señor.
Sabernos frágiles y
débiles
es parte de nuestro
Ser y por ser como somos,
Te damos gracias,
Señor.
Tú has sido nuestra herencia, y nosotras tu heredad.
Por sabernos todas tuyas,
Te damos gracias, Señor.
Con nuestra tierra en las manos, abandonadas y
bendecidas, queremos ser todas tuyas, dejarnos hacer por Ti.
Te damos gracias, Señor.
Salmo de la tierra amarilla.
No eres Tú mi Dios
querido
quien mi tierra ha abandonado
y aunque quiero
volar alto
a veces creo que me
embarro
¿Qué he hecho Señor
con mi tierra?
¿Por qué a veces la
he dejado?
tal vez porque
puramente
ahora no estoy en
TUS MANOS.
A veces yo no me
gozo
en tu presencia
continua
así mi Dios te
abandono
porque a tu lado no
vivo.
La vocación y
misión a veces también se dejan se abandona esa parcela
que en la tierra tu
me has dado.
No soy más que simple barro
eres tu mi sembrador
quien toma siempre en sus manos
esta tierra con amor.
Cuando va pasando
el tiempo
y los años van
llegando
yo como tierra
elegida
poco a poco estoy
soñando.
Es tu amor fuerte y
gratuito
por ti he sido
rescatada
y aunque yo no
caiga en cuenta
Tú ya gratis me lo
has dado.
Es Tu amor muy
providente
nunca hay
casualidades
me elegiste con
amor
y nunca me dejarás.
Cuando soy débil
soy fuerte
en el dolor te
descubro
es a puro fuego
vivo.
Como Tú hoy me
rescata.
La oración será la
fuerza
para reencender la
llama
es la luz de esa
llamada
que día a día en la
vida
nos hace tierra
elegida.
El tiempo que di a
mi rosa
es lo que la hace
importante
alma para Dios
nacida
ama a tu Dios sin
cesar
que el que no le
ama en la vida
nunca más le vuelve
a amar.
Gracias hoy Padre te damos,
Misericordia eres Tú,
Gracias Hijo,
redimida hoy me siento
yo por Ti
y a ti Espíritu Santo
Gracias hoy te quiero dar
por vivificar mi tierra
amarilla sin igual.
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