¿Sabes, querido YO?
Tomé la decisión de no estar tras de nadie,
de
no perseguir lo que no es para mí,
de no ocupar un lugar que no es mío
y de no intentar pertenecer donde no se sienten cómodos
con mi presencia.
Le
regalo mi ausencia a quien me ha sonreído, pero que a
mis espaldas me señala.
Le regalo mi adiós a quien dice creer en mí, pero no confía
en mi amistad, a quien incontables veces me ha dicho amigo, pero no me ve como tal.
Hay cosas más importantes en la vida; sueños por cumplir, encontrar mi
paz personal, escapar de lo cotidiano, ser feliz a solas.
¿Sabes? No me siento mal, ni extraño,
tampoco incompleto.
Me
siento libre y sería un castigo seguir donde ya no soy feliz.
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