Si te amas, abandonas el oscuro hábito
de consumir malas noticias, incluso varias veces, todos los días.
Muchos estudios hablan de los
efectos negativos que ese mal hábito genera en la vida de las personas.
Ver y escuchar noticieros
aumenta la ansiedad, puede afectar el sueño y eleva el negativismo y la
desesperanza.
Lo preocupante es que los que más consumen malas noticias son los adultos mayores
y, por eso, suelen andar con el ánimo en el suelo.
No en vano las preocupaciones que eso causa se asocian a menos horas de descanso y paz interior.
Rumian lo negativo antes de dormir.
Tú puedes estar bien informado leyendo titulares en internet y es algo que haces en cinco
minutos.
“Los adictos a los noticieros ostentan una actitud extremadamente pesimista, crítica y
derrotista”.
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