Cuando tienes el hábito de tomar todo
personalmente, tu vida se convierte en una carga muy pesada, pero la realidad es que la mayor parte de lo que sucede a tu
alrededor no depende de ti, ni está dirigido hacia ti.
Las
personas siempre encuentran razones para lo que hacen, pero muy pocas de esas razones te involucran a ti,
o son razones valederas.
Muchas
veces cuestionarás las
acciones de los demás y otras veces recibirás cuestionamientos por tus acciones. Pero no
permitas que estas
objeciones lleguen al nivel de ofenderte, porque solo empeorarás las
cosas para ti.
Todos
esos desacuerdos no pueden estar por encima de ti. Los demás tienen su propia vida, y su forma de ver
las cosas y no hay razón para que contaminen tu vida con sus
comportamientos negativos.
No todo
es contigo, ni contra ti. Libérate
para vivir en paz y armonía, sin importar lo que los demás hagan o dejen de
hacer. Pídele a Dios que te dé sabiduría.
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