No
hay nada más satisfactorio en la vida que dar algo significativo a los demás.
Todos los días tienes la oportunidad de hacerlo.
Cuando todo esté dicho y hecho, lo que realmente
importará es lo que hayas hecho por las
personas con quienes compartiste tu vida.
En
lugar de preocuparte por todo lo que puedas conseguir, descubre cuánto más
puedes crear, y dar a los demás.
La verdadera riqueza proviene de entregarte a Dios y
servir con amor a los demás.
Entre más des, tu vida mejora para ti y para todos los
demás. Tu tienes grandes dones que Dios te ha dado y tal vez aún no conozcas. Dando algo de ti a los demás es
como realmente le agregas valor a tu vida.
Verás que dantote a los demás te sentirás mejor y
comenzarás a notar la diferencia.
Adelante
y trata de cumplir y satisfacer ese anhelo de servicio de tantas maneras como
te puedas imaginar.
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