Tú planificas como hacer realidad tus sueños, te
preparas y pones tus planes en acción. Entonces aparece algo completamente
inesperado e interrumpe todo lo que has planeado. Entonces te preguntas ¿Qué
hacer?
Es
posible que la vida no se desarrolle como esperabas. Sin embargo, esa no es la razón para no tener
planes, sueños e ilusiones.
De vez
en cuando tus planes podrían fracasar. Pero si no tienes sueños por cumplir seguramente tu vida
fracasará.
Claro
que te puede parecer un desperdicio soñar, planear, prepararte para algo que piensas
que nunca podría suceder. Sin embargo, es peor deambular sin rumbo, con miedo a que te critiquen
y a que cualquier plan que hagas pueda fracasar.
Así que
adelante, elige bien lo
que piensas hacer. Luego da un paso adelante y ponte nuevamente en la tarea de hacer realidad
tus sueños.
Aunque
la vida no te garantiza nada, tienes muchas posibilidades de que cumplas al menos parte de lo que
sueñas y eso es mucho mejor que nada.
Recuerda que el tiempo de Dios no es el mismo tiempo
de los hombres, si un sueño no se cumple ya, muy seguramente vendrá más tarde o
vendrá algo mucho mejor.
Continúa intentándolo viviendo en paz y armonía.
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