Los
estilos de vida y la genética determinan la forma en la que envejecemos.
"No
conozco nada que mejore con la vejez desde el punto de vista biológico".
El
deterioro de las células marca nuestra vejez.
1 Se
acumulan los daños en nuestro ADN
El ADN es como un código que se va transmitiendo entre
las células.
Con la edad, se van incrementando los posibles errores
que se pueden presentar en el traspaso de información
Y esos "errores" se van acumulando en las
células.
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Este fenómeno, conocido como "inestabilidad
genómica", es especialmente relevante cuando el daño en el ADN afecta las
funciones de las células madre, lo que pone en riesgo su rol de renovar los
tejidos.
2 Los
cromosomas se desgastan
Las
cadenas de ADN tienen en sus extremos una capas protectoras llamadas
"telómeros"
Cuando
envejecemos, estos telómeros se van desgastando, lo cual deja a los cromosomas
sin protección.
Esto causa que los cromosomas no se repliquen
correctamente y eso resulta problemático.
Con los años, el deterioro se acumula en el ADN.
Las investigaciones han asociado el deterioro de los
telómeros con el desarrollo de enfermedades como la fibrosis pulmonar y la anemia
aplásica, que hace que diferentes tejidos pierdan su capacidad regenerativa.
3 La
expresión de los genes se altera
Nuestro
cuerpo desarrolla procesos epigenéticos, que son los que dictan de qué manera
se debe expresar el ADN.
Este proceso es que le indica a cada célula cómo debe
comportarse, ya sea como una célula de la piel o del cerebro, por ejemplo.
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Los años y los hábitos de vida pueden alterar la forma en
que se dan las instrucciones epigenéticas, lo cual puede hacer que las células
se comporten de manera distinta a como deberían hacerlo.
4 Perdemos
las capacidad de renovar las células
Nuestro
organismo tiene la capacidad de prevenir la acumulación de componentes
"dañados" y asegurar la renovación continua de nuestras células.
Las
células van perdiendo su capacidad de regenerarse.
Esa capacidad, sin embargo, disminuye con los años
Así, en las células se van acumulando proteínas
inservibles o tóxicas que en algunos casos están relacionadas con enfermedades
como el alzhéimer, el parkinson y las cataratas.
5 Se
descontrola el metabolismo de las células
El paso del tiempo hace que las células pierdan su
capacidad de procesar sustancias como las grasas y los azúcares.
Así se pueden desarrollar enfermedades como la diabetes,
pues la persona no puede metabolizar de manera adecuada los nutrientes que
llegan a las células.
6 Las
mitocondrias dejan de funcionar
Las mitocondrias proveen de energía a las células, pero con los años pierden su
eficacia.
Cuando las mitocondrias no funcionan de manera óptima
pueden causarle daño al ADN.
Algunos estudios sugieren que reparar las funciones de
las mitocondrias podría aumentar la expectativa de vida en los mamíferos.
7 Las
células se vuelven zombies
Cuando una célula acumula muchos daños, lo que hace es
detener sus ciclos, con lo cual evita producir otras células defectuosas, pero
al mismo tiempo acelera su propio envejecimiento.
Este envejecimiento, a su vez, puede causar otros daños
relacionados con el paso de los años a nivel celular.
8 Las
células madre se cansan
La disminución del potencial regenerativo de los tejidos
es una de las características más evidentes del envejecimiento.
Las células madre se agotan con el paso del tiempo y
dejan de cumplir su función regenerativa.
Estudios
recientes sugieren que rejuvenecer las células madre podría revertir la forma
en la que se manifiesta la vejez en el organismo.
9 Las
células dejan de comunicarse
Las células están en constante comunicación entre ellas,
pero con el paso del tiempo esa capacidad va disminuyendo.
Esto
causa que aumenten las inflamaciones, que a su vez impiden que otras células se
comuniquen.
La falta de comunicación también se traduce en que
disminuyan las alertas sobre la presencia de agentes patógenos y células
malignas.
Aunque Serrano plantea que ideales como la eterna
juventud es algo todavía
"demasiado lejano", este tipo de investigaciones pueden servir
para "retrasar el deterioro general de los tejidos y órganos, con el
objetivo de retrasar las enfermedades asociadas".
Además,
aunque estas señales sean inevitables, Serrano señala que "se pueden
reducir con estilos de vida saludables".
"Hoy
día, la vida de las personas de edad avanzada es mucho más rica y saludable que
hace décadas Es mejor pensar que podemos disfrutar de la vida aunque tengamos
una edad avanzada".
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