Por años nos han vendido la idea de que la mujer
perfecta es la modelo alta de talla cero, pero varias investigaciones muestran
que este prototipo no se ajusta a lo que a los hombres en realidad prefieren y
tener algunas curvas es saludable.
¡Hora de estar orgullosa de tus curvas!
Los expertos nos advierten constantemente sobre los
riesgos de los kilos de más: infartos, derrames, diabetes, hipertensión,
osteoporosis, una muerte temprana... pero crece la evidencia de que esos kilitos pueden no solo ser beneficiosos,
sino atractivos.
Un estudio publicado por la revista ScienceDaily mostró que quienes son obesos,
pero por lo demás sanos, viven tanto tiempo como sus contrapartes con menos
peso.
Nuestras conclusiones desafían la idea que todos los
individuos obesos tienen que perder el peso, asegura la directora del equipo
científico.
La experta
también dijo que es posible que los frecuentes intentos – y fracasos - para
perder peso sean “más perjudiciales que sencillamente permanecer estables en
peso corporal elevado, dentro de un tipo de vida sano que incluya actividad
física y una dieta equilibrada con muchas frutas y verduras”.
Este estudio en el que participaron 6.000 personas
desafía “la idea de que todos los individuos obesos tienen que
perder el peso”.
Pero ahí no terminan las buenas
noticias. Investigadores del Instituto de Medicina Preventiva en Copenhague en
Dinamarca encontraron que las mujeres con caderas más anchas estaban protegidas
contra los problemas del corazón.
La grasa de las caderas, afirma el estudio, parece
tener un antiinflamatorio natural llamado adiponectina que previene que las
arterias se inflamen y obstruyan.
Este estudio examinó a cerca de 3.000 participantes a
los cuales se les midió la estatura, el peso y el índice de masa corporal.
Luego buscaron en los archivos de salud daneses cuántos de ellos habían tenido
problemas cardiovasculares y cuántos fallecieron.
Los
investigadores encontraron que, comparadas con las mujeres con caderas más
angostas, las de caderas más anchas tuvieron una tasa menor de muertes.
Los hombres, consciente o inconscientemente, tienden a
escoger parejas más voluptuosas porque son más inteligentes. Así lo afirman los
autores de las universidades de Pittsburgh y California en Estados Unidos en un
estudio publicado en la revista Evolución y Comportamiento Humano.
Esta investigación concluyó que a las mujeres con una
relación menor entre la cintura y la cadera, es decir, cuyas cinturas eran el
70 % del diámetro de sus caderas, les fue un poco mejor en las pruebas de
inteligencia.
La razón para estos hallazgos, explican, es que la
grasa en las caderas, las piernas y el abdomen tiene niveles mayores de omega-3
que sirve para el desarrollo del cerebro. También señalan que la grasa que se acumula alrededor de
la cintura suele tener más omega-6 que tiene el efecto contrario.
Sin embargo, algunos expertos advierten que no se debe
ser estricto al interpretar estos resultados.
El experto dice que a medida que envejecemos, “la
relación entre la cintura y la cadera empeora, esto no quiere decir que nos
volvamos más inteligentes con la edad”.
Para Steven Gaulin, investigador de la universidad de
California, los hombres
que escogen mujeres con caderas y muslos prominentes tienen una ventaja
reproductiva ya que sus hijos serán más inteligentes. Esto se debe a que el
omega-3 localizado en estas partes del cuerpo favorece al desarrollo del
cerebro de la madre y su hijo durante el embarazo.
Los antropólogos conocen desde hace tiempo las
virtudes de las curvas femeninas. Múltiples estudios revelan que los hombres prefieren mujeres con una
relación menor entre la cadera y la cintura independientemente de su peso. En otras palabras, cinturas pequeñas con caderas y
senos grandes parecen ser el ideal universal.
Los expertos especulan que las curvas son señal de
salud, capacidad reproductiva y juventud. Es por esto que, llegada la
menopausia, la zona del centro del cuerpo tiende a expandirse y las curvas a
disminuir.
Otros investigadores afirman que las mujeres con
curvas tienen un efecto adictivo en el cerebro de los hombres.
En un estudio de la Universidad Georgia Gwinnett
College y la Universidad de Texas, Estados Unidos, se le pidió a un grupo de
hombres que mirara fotos de mujeres desnudas antes y después de hacerse cirugía
plástica. Ninguna de ellas perdió peso, más bien, su grasa se distribuyó a
otros lugares. Básicamente, algunas ganaron peso para volverse más voluptuosas
luego de las operaciones.
A los participantes se les hicieron resonancias
magnéticas en sus cerebros mientras miraban las imágenes. Los exámenes
mostraron actividad en las mismas áreas de recompensa que se activan al
consumir drogas adictivas.
Sería injusto hacer una generalización y decir que a
todos los hombres les gustan los senos y las caderas grandes. De hecho, a
muchos no.
Un estudio indagó en los rasgos de personalidad de los
hombres que prefieren mujeres con curvas pronunciadas y estos participantes
tendían a practicar actividades masculinas, leían en su mayoría revistas
deportivas y les gustaba tener citas.
El grupo de hombres que preferían senos y caderas más
pequeños, en general, ganaban más dinero y pertenecían a una clase social más
alta. Los investigadores especulan que este grupo de hombres es más
susceptibles a las influencias de la moda.
Entonces,
¿quién tiene la razón? Todos.
La mayoría de
los hombres prefieren una mujer voluptuosa por su potencial reproductivo. Otros
prefieren la tradición milenial de la supervivencia del más apto adecuándose a
las costumbres y ascendiendo en la escala social.
NOTA: LO IMPORTANTE ES LA PERSONALIDAD
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