El
arte de escuchar te ayuda sobremanera para ser un artista en el arte de
cultivar unas relaciones armónicas y gratas.
Sé consciente para ver cuán penoso y habitual
es oír sin escuchar, ver sin mirar, tocar sin sentir y querer sin amar.
Todos esos actos son normales en la sociedad
de los autómatas hipnotizados en el afán de hacer y tener, hacer y tener, hacer para tener.
Y ¿en dónde se pierde el ser? ¿Cómo está el
espíritu? Con razón un buen número de moribundos se lamentan: “No viví como debía ser”.
Hoy es el día para darle un viraje a tu vida
sin necesidad de tener que hacerlo en una sala de Cuidados Intensivos.
Dedícate
a escuchar con atención y respeto y, como dice la sabiduría china, “escucha
ante todo con el corazón”.
Elige
mirar con asombro, tocar con sensibilidad y, sobre todo, pasar de un querer
superficial a un amar profundo.
Que un sabio no te diga lo que le dijo un sufi
a un sultán: “El día que
partas, morirás sin haber vivido de verdad”.
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