Dios
te da todo en abundancia y todo es tuyo. Está aquí mismo y ahora (vida, salud,
amigos, dinero, conocimientos, paz, armonía, valores, familia, naturaleza,
aire, comida, recursos etc). Por tanto debes hacer un uso inteligente y apropiarte
de toda esa abundancia de posibilidades.
Existe una conexión muy real
entre lo que tienes y lo que realmente deseas. Por eso es que debes
poner toda tu energía y esfuerzo en la forma como aprovechas esa abundancia a
través de esa conexión.
La abundancia de vida es tuya, pero eso no significa que
puedas sentarte a descansar, por el contrario significa que tienes la obligación de dar un
paso adelante e invertir toda tu energía y todos tus recursos disponibles de
esa “abundancia” para la creación de nuevas cosas, la creación de una
nueva belleza.
Pensemos por un momento en lo inmensamente afortunado que eres y ponte a trabajar en
realizar tu proyecto de vida en forma decidida y con sentido positivo.
La
gran abundancia de vida puede ser transformada en algo maravilloso, útil,
elegante y de significativo valor para ti y para todos los que te rodean.
Tienes ese gran privilegio de ser capaz de provocar esa
transformación.
Piensa en esa gran abundancia que
te ha dado Dios en la vida y siente todas las posibilidades que te ofrece.
Ahora es el momento cuando puedes comenzar a hacer todos esos sueños
realidad.
Y no
olvides dar gracias a Dios por esa abundancia de vida.
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