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EL VALOR DE LA TOLERANCIA



Me mantengo fuerte como un árbol, quizá me puedo sacudir y ser flexible ante una tormenta, pero no me permito reaccionar, tampoco me tomo todo personalmente.

Practico la tolerancia cuando....
1.    Modifico mi identidad y me veo a mí y a los demás como seres llenos de posibilidad y de poder.
2.    No necesito ponerme a la defensiva.
3.    Soy un alma fuerte, comparto mi amor, tolerancia y poder de protección con los demás.

Tolerancia no es hacer concesiones, pero tampoco es indiferencia. Tolerancia es conocer al otro y aceptarlo. Es el respeto mutuo mediante el entendimiento mutuo.

Una persona tolerante atrae a otra diferente mediante el entendimiento y una mentalidad abierta.

El propósito de la tolerancia es la coexistencia pacífica. Cuando la tolerancia reconoce la individualidad y la diversidad, se eliminan las máscaras que crean desacuerdos y diluye la tensión creada por la ignorancia.

La tolerancia ofrece la oportunidad de descubrir y eliminar estereotipos y estigmas asociados con personas a las que se las ve diferentes debido a su nacionalidad, a su religión o a su patrimonio cultural.

Es importante comprender que para superar los problemas necesitas, por un lado, el poder interno y, por otro, la capacidad de tolerar.

Tolerar no significa aguantar. Tolerar es aceptar, comprender y saber afrontar. Es decir, tolerar no es aguantar y luego explotar. En la tolerancia disuelves aquello que, de otra forma, estarías aguantando. Es como el mar, que es un ejemplo de tolerancia, porque echamos mucha suciedad al mar, el mar la absorbe y, con el tiempo, la transforma. Tolerancia es ser como el océano, es decir, saber absorber y disolver, hacer desaparecer.

La tolerancia ha de equilibrarse con la capacidad de afrontar, que se basa en la valentía, en el coraje y en la seguridad personal. Tener el poder de tolerar te da seguridad y confianza de que podrás, lo conseguirás, avanzarás. La tolerancia es necesaria para convivir, para ser y dejar ser.

Con la virtud de la tolerancia, continuarás sonriendo, nunca te desanimarás.

Mirar, hablar y entrar en contacto con sentimientos de misericordia, es decir, de paciencia, comprensión, amor y respeto, con una persona con quien no tienes buena relación, es tener tolerancia.

En los antiguos textos sagrados de la India se ha representado, a Mahavir Hanuman llevando una gran montaña en la palma de la mano como si fuera una pelota. No importa si el problema, obstáculo o tormenta parece una gran montaña: convierte algo que parezca tan grande como una montaña en un juguete pequeño, y supéralo como si fuera un juego. Haz que algo grande sea muy ligero, y tú también te sentirás ligero. No conviertas una piedra pequeña en una montaña, convierte la montaña en una pelota. Llevar la expansión a su esencia es tolerancia.

Expandir los obstáculos y problemas en tu mente o hablar de ellos a los demás significa crear montañas.

Alguien que tenga el poder de la tolerancia nunca tendrá miedo ni  pensará: "¿Por qué me sucede esto también?". Como está  constantemente lleno, profundizará en el conocimiento y recuerdo  de lo esencial en la vida. El que tiene miedo no es capaz de profundizar.

Cuando has desarrollado el poder de la tolerancia, haces las cosas con placer. Ya sea un trabajo físico corriente o si tienes que impartir una conferencia en un escenario ante cientos de personas, haces ambas cosas con placer. Esto es vivir una vida de placer. No me refiero a los placeres físicos sino a vivir una vida con placer en tu corazón, y así podrás transformar cualquier situación o tarea de confusión en placer.

La vida te enseña que puedes ampliar los límites de tu tolerancia. Cuando vienen ciertas situaciones, son como exámenes para ver tu capacidad de tolerar. Esos exámenes pueden ser primero las malas palabras y los acosos por parte de la gente  hacia ti. En segundo lugar, los diferentes obstáculos que se interponen en tu camino dificultándote la consecución de tus  propósitos. También hay personas en las que confiabas que se van a oponer. Tus compañeros de trabajo o tus socios se convierten en tus enemigos y crean oposición porque no estén contentos sobre asuntos pequeños o  grandes.

Con el sentimiento de satisfacer a los que no están contentos,  considerando que estén influenciados por alguna cosa, manteniendo sentimientos benevolentes y con el poder del silencio y de la tolerancia, puedes hacer que los demás avancen, superen y colaboren. Puedes enseñar la lección de la tolerancia con dulzura, buenos deseos y sentimientos puros. Así no sólo avanzas tú, sino que eres una luz en el camino para que otros avancen también.   Aprende a tolerar con bienestar. Estabilízate en tu ser interno  y, desde esa calma, claridad y estabilidad puedes tolerar sin perder tu bienestar. Tolerar es aceptar, valorar, comprender  y apreciar. No hacer una montaña de un grano de arena sino al contrario, llevar la expansión a la esencia.

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