Los peregrinos hindúes creen que
bañarse en las aguas del río Ganges limpia sus pecados y los libera del ciclo
de las reencarnaciones.
Los
peregrinos entran solos al
río o conducidos por gurús para el baño ritual con el cuerpo recubierto
de ceniza.
Creen que el baño es más efectivo en la confluencia de tres ríos
que ven como sagrados: Ganges, Yammuna y Saraswati.
Allí en una fiesta especial se reúnen
40 millones de personas en Allahabad, una ciudad que en tiempo normal tiene una población de
1,2 millones.
Según la mitología hindú algunas gotas
del néctar de la inmortalidad cayeron en esa y otras tres ciudades cercanas a
los ríos.
Es
respetable esa creencia, pero las fallas humanas no se limpian con un baño sino con cambios del alma y del
corazón.
Te sanas si perdonas y te perdonas, eliges amar, reparas a quienes
agraviaste y tomas un camino de rectitud.
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