La
vida está llena de posibilidades, tantas que parece algo ridículo, son
demasiadas. Sin embargo, esas posibilidades no tienen sentido a menos que hagas
algo con ellas.
No puedes contentarte solo con las posibilidades que
encuentras en una tienda o en un supermercado. Toma las mejores que Dios te ofrece e incorpóralas a tu
vida.
Si consideras todas las posibilidades, quedaras
completamente abrumado. Solo
tienes que centrarte en una buena posibilidad, y hacerla realidad.
Cada
persona, cada lugar, cada situación, cada buena idea te ofrecen posibilidades y
cada una tiene un potencial. Lo importante es obtener de esa posibilidad buenos
resultados.
Toma algunas de esas grandes posibilidades y conviértelas
en grandes resultados. Es
divertido hacerlo, es gratificante, y puedes crear el hábito de hacerlo.
En última instancia, lo importante esta en elegir las posibilidades que
realmente importan. Vive
con pasión esas posibilidades que te
ofrece la vida y conviértelas en grandes realizaciones.
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