En uno de sus geniales cuentos, Borges trae esta
frase lapidaria: “No hay
un día ni siquiera de cárcel o de hospital que no traiga sorpresas”.
Pueden ser
sorpresas mínimas, pero allí están para ti si sabes ver; te apasionas por
lo que haces y no te dejas sofocar por la rutina. Aprecia todas las novedades que
te ofrece la vida y elige perseverar para espantar el desaliento.
¿Acaso hechos como caminar, respirar, tocar, oler o
sentir no son un permanente milagro? Eso es lo que reconocen aquellos que
pierden algún don o una habilidad por un tiempo o para siempre.
Da gracias
por las sorpresas de cada día y convierte cada obstáculo en una oportunidad.
La pasión y
la persistencia vencen todas las barreras y el amor tiene magia para sacar agua
de pozos aparentemente secos.
Valora todo
lo bueno de la vida y recuerda que, aún en medio del dolor, tienes
muchas bendiciones.
Un
saboteador del éxito y la excelencia es el inmediatismo, o sea, la ceguera del cortoplacista que no acepta procesos.
Hay
realidades que deben hacerse ya, sin dilaciones y sin esa parsimonia que frena
a los seres desganados, pero muchos sueños quedan truncados si no sabes perseverar y no asumes
riesgos, amedrentado por los peligros.
No hay emoción
más paralizante que el miedo y no hay un factor más dañino
que la inconstancia y la ausencia de compromiso.
Por tanto, insiste una y otra vez como lo hizo la famosa
escritora Agatha Christie desde sus inicios. Por tres años, las casas
editoriales rechazaron repetidas veces su primer libro El misterioso caso de
Styles. Por fin se publicó en 1920 y solo se vendieron 2.500 ejemplares.
Pero Agatha confiaba en sí misma, la apasionaba lo que hacía y
siguió escribiendo. Seis años después, con su séptimo libro alcanzó la
fama y, al morir, dejó 110 obras traducidas a más de 160 idiomas. ¿Cómo están
tu pasión y tu perseverancia?
Las
posibilidades de un ser apasionado son ilimitadas y solo sabes lo que puedes
cuando te comprometes.
La pasión es
la fuerza de los seres excelentes y se identifica con
la energía divina que guardas adentro.
Toma
conciencia de lo que vales y lo que puedes; siente a Dios en tu interior y
serás capaz de volar. La pasión movió a Magallanes en su viaje
alrededor del mundo, a Pasteur en sus investigaciones y a Paganini en sus
conciertos. Pero no es una
fuerza dada solo a seres especiales, también tú la tienes y ya has sentido su
inmenso poder.
Fíjate en toda la energía y las ganas que vuelcas
en aquello que te atrae: un
ser amado, un deporte o una afición.
Pasión es lo
que ves en los afiebrados fans de un artista o en los hinchas fieles de un
equipo. Nada los cansa, esperan horas, saltan, gritan y
se emocionan hasta el paroxismo. ¿Qué tal esa energía puesta en el hogar y el
trabajo?
La pasión
bien enfocada tiene una fuerza arrolladora y te lleva a dar lo
mejor cuando amas, confías y persigues tus sueños sin desfallecer.
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