Asómbrese pensando en lo que hace una
pulga, un animal tan diminuto y, en apariencia, tan débil.
Es capaz de saltar 220 veces su
longitud y 150 veces la altura
de su pequeño cuerpo.
Si
usted hace cuentas y se basa en su propio cuerpo, quedará perplejo con lo que eso significa.
Pensando
solo en la altura, es como si
usted lograra la increíble hazaña de saltar hacia arriba unos 200 metros.
Y es
bueno acudir a estos ejemplos para insistir una vez más en tres lecciones simples que solemos
olvidar:
1 El tamaño no es lo que cuenta.
2 Las apariencias engañan.
3 Los "débiles" esconden un poder incalculable.
Son tres enseñanzas sencillas, pero hay grupos y personas que
han caído o están en líos por no aplicarlas.
Jesús lo sabía y por eso sus favoritos
fueron los marginados y los débiles de su tiempo.
¿A quiénes prefieres tú?
1 El tamaño no es lo que cuenta.
2 Las apariencias engañan.
3 Los "débiles" esconden un poder incalculable.
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