Nos hicieron creer que el lujo era lo raro, lo caro, la ropa de marca,
el carro del año, una gran casa, lo exclusivo, todo aquello que nos parecía
inalcanzable....
Ahora nos damos cuenta que
el lujo, son esas pequeñas cosas que no sabíamos valorar
cuando las teníamos y ahora que ya no están, o que no podemos siquiera
disfrutar... las echamos tanto de menos....
Lujo, es estar sano.
Lujo, es no pisar un hospital.
Lujo, es poder respirar sin aparatos.
Lujo, es tener piernas para caminar.
Lujo, es poder oler una flor y escuchar
el trinar de un pajarito en tu ventana.
Lujo, es caminar descalzo en la
grama.
Lujo, es poder pasear por la
orilla del mar.
Lujo, es mirar a tus hijos, a tu
esposa a tus nietos, a nuestros hermanas y hermanos y dar gracias por
que están vivos, los amas, están cerca de ti.
Lujo, es una conversación con amigos.
Lujo, es poder ver y sentir las
miradas y sonreírnos con alegría.
Lujo, es reir a carcajadas.
Lujo, son los abrazos.
Lujo, es disfrutar cada amanecer
y dar gracias cada anochecer.
Lujo, es que seas mi amigo, mi
amiga en la distancia a pesar de tantas trabas!
Lujo es saber cómo
pensamos, que somos buenos.
Lujo, es todo eso que tenemos y que no
podemos volver a comprar ni con todo el dinero del mundo.
Es el privilegio de amar y de ser amados y de estar vivos…
Todo eso, “son lujos y no lo
sabíamos… “
Y si lo sabíamos no lo apreciámos suficiente.
Y si lo sabíamos no lo apreciámos suficiente.
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