“Un leñador estaba en el bosque talando
árboles para aprovechar su madera, aúnque ésta no era de óptima calidad.
Entonces
vino hacia él un anacoreta y le dijo: Buen hombre, sigue adelante.
Al día
siguiente, cuando el sol comenzaba a despejar la bruma matutina, el leñador se disponía para
emprender la dura labor de la jornada.
Recordó
el consejo que el día anterior le había dado el anacoreta y decidió penetrar más en el
bosque.
Descubrió entonces un macizo de árboles
espléndidos de madera de sándalo.
Esta madera es la más valiosa de todas, destacando por su especial aroma.
Transcurrieron
algúnos días.
El
leñador volvió a recordar la sugerencia del anacoreta y determinó penetrar aún más en el bosque.
Así pudo encontrar una mina de plata.
Este
fabuloso descubrimiento le
hizo muy rico en pocos meses.
Pero
el que fuera leñador seguía manteniendo muy vivas las palabras del anacoreta: “Sigue adelante”, por lo que un
día todavía se introdujo más en el bosque.
Fue de
este modo como halló ahora
una mina de oro y se hizo un hombre excepcionalmente rico.
“El
Maestro dice: “Sigue
adelante”, hacia tu interior hacia la fuente de tu Sabiduría.
¿Puede
haber mayor riqueza que ésta?”.
El miedo es la paralis de la mente, el
mayor obstaculo y peor enemigo del sueño, mientras mas dificil el camino mas
necesario caminar, aquel que decide parar acepta fracasar.
Lo más
importante no es el camino sino
la calidad de cada uno de sus pasos.
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