John
Sherrill de Pennsylvania se varó en una carretera y pasaron más de 100 autos
antes de recibir ayuda.
Lo más curioso es que quien le ayudó era un extranjero amable que
casi no hablaba inglés.
Desde ese día John ayuda al que puede y suele citar la parábola del buen samaritano.
Una historia en la que el generoso es alguien
de otro credo mientras los "buenos" siguen de largo sin ayudar.
Y Jesús la contó para movernos a vencer la indiferencia, ver al Padre en los que nos necesitan y amarlos de verdad.
Por tanto sigo mi corazón en sintonía con Dios, siento a mi
ángel y no dejo que pase un solo día sin servir.
Un buen modo de hacerlo es vinculándome a una Obra Social seria.
Algo mejor que dar limosnas.
Además, dar de mí mismo es más valioso que dar dinero.
Elijo hacerlo y soy feliz dando felicidad.
Desde ese día John ayuda al que puede y suele citar la parábola del buen samaritano.
Y Jesús la contó para movernos a vencer la indiferencia, ver al Padre en los que nos necesitan y amarlos de verdad.
Un buen modo de hacerlo es vinculándome a una Obra Social seria.
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