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¿CÓMO ENCONTRAR EL AMOR VERDADERO?

 

Muchas son las personas que tienen como proyecto de vida enamorarse, casarse y formar una familia feliz. Pero sin embargo, muy pocos lo logran. Pueden creer que encontraron el amor, pero con el tiempo, aparecen las dificultades, desaparece la pasión, y comienzan a ver en el otro una faceta negativa que antes no estaba, o parejas que viven en un estado de normalidad, aburrimiento, rutina, sin la magia, la alegría, y la maravilla de compartir la vida con el otro. Es como si se cayera todo un sueño de golpe. Es entonces cuando dicen de su pareja “antes no era así”. Sin embargo si lo era, sólo que no querían verlo. De ahí viene la famosa frase “el amor es ciego”.
 
Lo que sucede es que al comienzo de la relación uno idealiza al otro, y está tan maravillado por sus cualidades positivas y su belleza, que no ve lo negativo. Es decir, la realidad, la persona en su totalidad. Esta idealización se produce justamente por todas las expectativas depositadas en ese hombre o mujer, por nuestro profundo deseo de que él o ella sea la persona correcta y no volver a equivocarnos y “sufrir por amor”. A su vez, las expectativas y el deseo de enamorarse y ser feliz, son producto de una carencia interna. De una sensación de incompletitud, algo que falta. Y el gran error de la mayoría de los seres humaños es creer que esa sensación de falta la puede llenar el hombre o la mujer ideal.
 
Desde el momento en que uno simplemente desea tener una pareja, y realmente lo desea con ansias, probablemente sea inconsciente acerca de su falta de autoestima. Pues autoestima significa amor propio, y cuando uno realmente se ama y está vibrando en la energía del amor incondicional se siente tan lleno, tan pleno, tan satisfecho, tan gozoso, que no necesita absolutamente de nada ni nadie. Ningúna necesidad. El contacto auténtico con el Ser interno provoca tal gozo, tal dicha, y tal amor, que nada de afuera puede superarlo uno no necesita prender una vela cuando está en una habitación llena de luz y sol. Es maravilloso formar una familia y tener una relación sana, un compañero para compartir la vida y nuestro tránsito en esta Tierra. Pero aquí nos estamos refiriendo a la necesidad psicológica compulsiva de intentar cubrir un agujero, un vacío interior, con algo o alguien externo.
 
Lamentablemente las trampas del ego son muy sutiles, y muchas personas que creen estar bien y felices con ellas mismas, atraen parejas que terminan engañándolas, usándolas, generando situaciones de violencia, maltrato, o simplemente actitudes de desamor, egoísmo y descompromiso. Y esta es la prueba de cómo estaban realmente.
 
Cuando a alguien le cuesta mucho sostener una pareja estable y feliz, y una y otra vez a lo largo de su vida no logra realizar este anhelo tan profundo de su corazón, la vida le está mostrando que todavía no está preparado Todavía tiene heridas viejas que deben ser sanadas, para que pueda atraer una persona de alta frecuencia. Dicho de otro modo, el otro viene siempre a mostrarte lo que todavía no está resuelto en ti, y generalmente es lo que menos deseas ver. Porque es tu dolor más profundo. Tu mayor oscuridad, que por supuesto siempre tiene origen en el pasado.
 
La vida es tan sabia y amorosa que siempre hace todo lo posible para mostrarnos lo que no queremos ver, para que salga a la luz la oscuridad y de esta manera hacer consciente lo inconsciente. Pues sólo podemos cambiar lo que vemos. No podemos cambiar algo que no vemos.
 
Las relaciones son la manera más fácil de mostrarnos (a través del dolor, las dificultades y el sufrimiento) lo que todavía no sanamos ¿Por qué uno vuelve a atraer una y otra vez parejas difíciles, con problemas, y siempre fracasamos en el amor? Porque no nos ocupamos de nuestra propia oscuridad, de nuestra carencia emocional, de nuestro niño herido que todavía busca el amor que nunca recibió cuando necesitaba. Ese amor que tanto uno desea sentir, no sólo se busca erróneamente en las relaciones, sino también a través del consumo excesivo, las compras compulsivas, las drogas, los deportes extremos, el sexo, etc. Pero por supuesto, jamás se encuentra.
 
Cuando uno dedica su vida a autotransformarse y elevar su vibración hasta recuperar la pureza que tenía de niño, puede experimentar muchas dificultades en el proceso natural de crecimiento interior, pero va a llegar un momento en que inexorablemente esa pureza reine y dirija su vida, dejando al dolor atrás como un recuerdo lejano. Es en este momento (cuando uno estando solo se siente radiante, pleno, satisfecho y sin necesidad de entablar una relación) donde están abiertas las puertas del amor para que aparezca una ser con una frecuencia similar, alguien incapaz de hacernos daño en ningún nivel uno no puede atraer a alguien negativo o una experiencia desagradable, si no tiene dentro suyo esa misma carga negativa. Eso es imposible. Pues todo es energía.
 
Lo que tu atraes es lo que eres en este momento. Si quieres saber realmente cual es tu estado de evolución espiritual, mira a tu pareja. Ese es tu espejo. Todo lo negativo que veas en él o ella está también dentro tuyo, y él o ella vino a tu vida para mostrártelo. Ahora, la pregunta es: ¿tomas realmente la decisión de ocuparte de sanar tus heridas más profundas o prefieres seguir evadiéndolas y atrayendo una y otra vez infelicidad, personas que no te aman realmente y solo saben provocar conflictos?
 
Tanto la soledad como la vida en pareja son estados maravillosos. No tengas preferencias. Deja que la vida (o tu Ser que es lo mismo) se ocupe de traerte lo que necesitas para evolucionar. No tengas miedo a sufrir. Al contrario Cuánto más sufras, más crecerás. Debes mirar al dolor como tu mejor amigo. Esto no es ser morboso, es sólo ser plenamente consciente de que todas las experiencias desagradables de la vida y todas las personas oscuras que conocimos, fueron las que más nos enseñaron y con las que más crecimos. Cuando uno no crece con una experiencia negativa o en relaciones con personas de baja frecuencia, es porque su atención se ha quedado afuera (culpando al otro, victimizándose, juzgando, enojado, o pensando cuán injusta es la vida en vez de aprovechar la oportunidad para evolucionar y transmutar su propia oscuridad en Luz).
 
Cuando comprendes que “el otro” no existe, y que solo es un ángel disfrazado de demonio que previamente hizo un convenio contigo en el otro plano para mostrarte lo que todavía no querías o no podías ver, te das cuenta de las oportunidades maravillosas que nos da esta vida para crecer, evolucionar y sanar. De ti depende aprovecharlas al máximo y no calificarlas como negativas, pues eso es lo que hace el ego. Todo sirve para evolucionar cuando uno está despierto y consciente. Hasta la más mínima discusión con un taxista o un auto que nos cierra y se nos tira encima.
 
En un estado de conciencia elevado lo negativo no existe. Sólo existen las pruebas para crecer que nos permiten cada vez más experimentar la divinidad que todos somos. Entonces y sólo entonces, la vida entera se transforma en una constante bendición, porque uno sabe con certeza que todo lo que le ocurre tiene un fin sabio y amoroso.
 
Comprende que cuanto mayor sea la dificultad, tanto mayor es la luz que hay detrás. Es así como uno deja de tener miedo a sufrir en las relaciones, y le da la bienvenida a las dificultades y al dolor, del mismo modo que a lo bello y armonioso ¡Con tanta gratitud y regocijo!


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