Es
frecuente que las personas vayan dando pasos hacia la depresión sin percatarse.
Una
señal es cuando aumenta la lista de lo que "no me gusta" y disminuye
la de "esto me encanta".
Antes
de deprimirse una persona ha comenzado a aislarse y a reducir su espacio vital
y sus intereses:
No quiero salir, no quiero leer, no me gusta
un grupo, no me gustan la visitas y, al fin como es obvio: No me gusta nada.
Piénsalo
porque acaso ya estás montado en el tren de la depresión o
allí ya compró tiquete un ser querido.
Algunos no lo admiten pero la depresión es una decisión o una indecisión.
A ese hueco no se baja porque sí.
La razón no es la edad, ni los problemas ya
que muchos aman la vida en
circunstancias peores.
El duende de la depresión también persigue a
las personas creyentes, pero con una vida espiritual muy pobre.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Por favor, escriba aquí sus comentarios