Y
llega un día en que te escuchas hablando como ella, cocinando como ella,
regañando como ella, cantando como ella, enseñando como ella, bailando como
ella, escribiendo como ella, llorando como ella
Y llega un día en que esos zapatos gigantes que tanto te probaste te quedan, y
puedes recorrer su huella
Y con cada paso vas entendiendo todo lo que alguna vez criticaste
Y
entiendes los límites, los retos, los enojos, las preocupaciones, los
miedos.
Y
agradeces que estuvo ahí, acompañándote de cerca, cuidando, vigilando
Y
agradeces sus desvelos, sus sacrificios, su tiempo
Llega un día en que te miras al espejo y la ves
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